La Comunidad Parroquial de Begoña se dio cita el Sábado Santo para celebrar la Vigilia Pascual. La presencia del Cristo Resucitado no se hizo esperar y nos regaló, como en otro tiempo hiciera con los Apóstoles, la luz, la alegría, la paz, el perdón. El amor renovado se convierte en desafiante camino de los que nos sentimos «seguidores del Resucitado», portadores de una vida nueva. ¡FELIZ PASCUA! |