El día 8 de mayo poníamos fin al curso catequético dedicando la jornada a María, la Madre de Jesús y Madre nuestra. Y adornábamos con flores el altar simbolizando nuestras vidas y nuestro amor, que ponemos en sus manos de madre. Sabemos que ella de continuo nos protege enviándonos abundantes bendiciones. ¡Gracias, Virgen María!